Los derechos humanos y el juicio y castigo a los genocidas son una bandera de este gobierno desde el 2003 con Néstor Kirchner a la cabeza. Con esto creo que el gobierno fue ganando credibilidad y pasamos de marchar casi resignados pidiendo justicia a este gran momento, donde marchamos con la convicción de tener memoria, de saber la verdad y con la justicia como bandera con la gran cantidad de sentencias y juicios en proceso y el esclarecimiento de los hechos.
Obviamente, hay un sector que tal vez no ve este avance, como se vio en la marcha, pero vale la pena este momento de reflexión en nuestra historia.
Una diferencia con las anteriores marchas fue la cantidad de jóvenes que se sumó. Esto confirma la emergencia de la juventud con participación política. La masividad de esta marcha fue impresionante. No solo aumentó la cantidad de militantes que participaban en las columnas de las organizaciones sociales o del kirchnerismo, sino también se vio en la izquierda dura, que participó tradicionalemente de esta marcha. También vimos una buena columna de la juventud sindical, lo cual es motivador y para tener en cuenta.
Fue un gusto marchar al lado de los compañeros de la Agrupación y también de Carlos Tomada, que demostró que nuestro espacio construye con un militante que está codo a codo con la militancia, siempre en la marcha como uno más, durante más de dos horas antes de poder avanzar, y él siempre siguió junto a su columna.
Más fotos, acá.
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