Nos toca a todos los que queremos un país mejor.

Un día estos "cosos" van a entender que a los argentinos no nos calla una voz con amenazas, ni con prepotencia, ni agitando los viejos fantasmas del desastre, ni con atentados cobardes.
Un día, tal vez, entiendan que el trabajo por ser muchos, por ser mejores, parte por el respeto de la opinión y el trabajo en conjunto como sociedad.
Un día entenderán que Norberto, con su tono pausado, alegre, nunca se cansó de desenmascarar las mentiras. Tal vez este sea un mensaje para que aquellos que no hacen más que alentar la violencia, el "salvese quien pueda". Somos muchos, y cada vez más, los que decimos NUNCA MÁS a la intolerencia.

Al compañero, al amigo Norberto, nuestro agradecimiento por estar siempre cerca, y nuestro apoyo incondicional a su trabajo militante.